Capítulo once

Me reí mirando a mi amiga. Había mil cosas que me gustaría preguntarle, sobre ella, sobre Niall, sobre la fiesta… Pero no hablé de ninguna de ellas. Me limité a observar la sonrisa tonta y la mirada perdida de Lauren, mientras Kurt se encogía de hombros, murmurando una disculpa. Pero Lauren no prestaba atención. Sacudió la cabeza y nos abrazó. Acto seguido subió las escaleras que llevaban a las habitaciones y desapareció en la planta de arriba.

Kurt me miró y sus ojos decían algo como ‘déjala, está enamorada’. Le sonreí y subí yo también las escaleras para recoger mis cosas del cuarto de  mi amiga. Y entonces, poco a poco, llegó a mi mente todo lo sucedido esa noche. La conversación con Harry y luego con Kurt y que ahora debía tener con Lauren y Alison. Salté los dos últimos escalones decidida a repetir mi historia, pero al llegar a la puerta de la habitación, me paré. Observé como Lauren seguía sonriendo mientras recogía un poco su cuarto. Este no ere ni el momento ni el lugar de contárselo. Además, Ali no estaba. Suspiré y entré, colocándome al lado de mi amiga.

- Lo hemos pasado genial – me dijo mientras doblaba una camiseta.

- Me alegro mucho.

- ¿Por qué te fuiste tan pronto? – preguntó, saliendo un poco de su ensimismamiento.

- Por nada, oye, ya habrá tiempo de hablar de todo eso, ahora estoy muy cansada – y era verdad, los ojos se me cerraban sin que pudiera hacer nada para evitarlo. – Ya hablaremos, todas tenemos cosas que contarnos.

Lauren me sonrió y me ayudó a recoger la ropa del concierto. La guardé en una bolsa y tras despedirme de ella bajé las escaleras y alcancé la puerta, pero alguien me impidió abrirla. Kurt me sonrió, sujetando las llaves de su moto en la mano.

- No pensarás que voy a dejar que vuelvas sola a estas horas.

Un poco antes, en el rellano de la casa de Alison

Me quité los zapatos nada más cerrar la puerta. No había ninguna luz encendida, y eso que no era demasiado tarde. Subí a mi habitación, intentando no hacer ruido. Cuando llegué a mi cuarto, cerré la puerta y me dejé caer hasta el suelo, cruzando las piernas.

Hice repaso mental a lo que acababa de suceder. Yo, Alison Reid, había ido de fiesta con el grupo británico-irlandés más popular del momento. Yo, Alison Reid, había bailado durante casi dos horas con los chicos cuyas caras cubrían las paredes de mi habitación. Y por último, yo, Alison Reid, había besado a Zayn Malik.

Me tapé la boca con ambas manos y grité, pataleando en el suelo. No me lo podía creer. Yo nunca había sido capaz de hacer cosas como esa. Nunca había cogido móviles ajenos, jamás había planeado una salida con chicos, no había sido capaz de besar a nadie. Claro que me habían besado, pero no era yo la que se lanzaba. Reprimí una risa y me incorporé. Destapé mi cama y la encontré tal y como yo la había dejado el día anterior; con el pijama dentro hecho un lío y las sábanas revueltas. Menudo desastre. Pero no iba a ponerme a recoger ahora. Tenía demasiadas cosas en la cabeza.

Una vez tuve puesto el pijama, me tumbé sobre la cama y cerré los ojos. Sonreí. Pero esa sonrisa se fue transformando poco a poco en una mueca de preocupación. ¿Y si la había cagado? ¿Y si ahora Zayn no quería volver a verme? ¿Cómo se me había ocurrido besarle? Es un famoso. Alguien mundialmente conocido. Da igual lo que yo sienta por él porque no va a fijarse en mí. Menuda estúpida. Seguro que ahora se está riendo de mí. Aunque fue bonito mientras duró. Y así, finalmente me abandoné a mi sueño, un sueño lleno de caras conocidas, de flashes y portadas de revista con el titular de ‘¡Escándalo!’, de las miradas preocupadas de mis amigas y de la sonrisa de Zayn.

Por la mañana, al otro lado de la ciudad

- ¿Habéis empezado a desayunar sin mí? – Zayn entró en el comedor, sonriendo. Despareció por la puerta de la cocina y volvió con un cuenco de cereales y leche en la mano.

- Buenos días dormilón – le dijo Niall, que masticaba su segunda tostada.

- ¿Cómo has dormido? – preguntó Harry mientras apagaba la tele.

- Pues bien, normal – dijo él, encogiéndose de hombros.

Yo me reí y me levanté a dejar mi plato ya vació en la cocina. Anoche cuando Zayn y Niall llegaron de dejar a las chicas en sus casas, él no paraba de mirar preocupado a todos sitios. Dejé que entrara en mi habitación y le pregunté que qué pasaba. ‘Louis, creo que me he enamorado’, me dijo, y me reí, sentándome a su lado en la cama.

Zayn me contó todo lo que había pasado entre él y Alison. ‘Pero claro, ella no está preparada para este mundo. Aunque, a lo mejor sí’, decía una y otra vez. Mientras hablaba sonreía y más de dos veces tuve que atraer su atención hacia mí moviendo las manos porque se perdía describiendo la…¿cómo era? Ah, ya, la ‘perfección de su pelo y su preciosa sonrisa’. Sí que se había enamorado. Hablé con él durante más de dos horas. Le dije que no se precipitara. Que fuera despacio y que tendríamos que quedar más con ellas, para que supieran cómo es nuestro mundo. También le aconsejé que no dejara de hablarle, porque podría pensar que el beso había sido un error. Salió contento de mi habitación, diciendo algo que sonó como ‘tú si que eres un amigo de verdad Lou’, pero no le entendí del todo con los bostezos.

Terminé de fregar mi plato y mi taza y salí de la cocina, alborotando el pelo de Liam, que entraba en ese momento. Era domingo. Los domingos no había nada especial que hacer. Además, eran casi las once de la mañana, no pensaba salir a ningún sitio. Igual podía invitar a Eleanor a casa, pero creía recordar que ella ya tenía planes con sus amigas o algo por el estilo. Acababa de despertarme, tampoco iba a recordarlo todo. Así que me duché y me puse ropa cómoda, dispuesto a tirarme en el sofá a ver una película, pero un irlandés con expresión preocupada me impidió salir de mi cuarto.

- Louis, por favor, tengo que hablar contigo.

- ¿Tú también? – me reí, invitándole a pasar a mi cuarto. – Venga, siéntate en mi cama y cuéntame, Tommo está aquí para aconsejarte.

Algo más tarde, justo al lado de Louis.

- Y eso es todo. No me atreví a nada más que a darle mi número. ¿Crees que he hecho bien? Igual piensa que soy idiota.

- No, eh, no te preocupes por eso. Ayer os estuve observando y a ella no parecía importarle tu idiotez – miré a Niall riéndome, pero él había abierto mucho los ojos, preocupado. – Oye, que estoy de broma. Creo que también le gustas. De verdad.

- ¿Sí? – mi amigo sonrió, confiado – Eso espero… Oye Louis, gracias por escucharme, no sabía si estaba haciendo bien y quería contárselo a alguien.

- De nada, sabes que me tienes para todo. Y te digo lo mismo que a Zayn, ve poco a poco.

- ¿Lo mismo que a Zayn? ¿A Zayn también le gusta Lauren? – la expresión de Niall pasó de preocupada a enfadada en a penas tres segundos.

- No, no, no me he explicado bien. A Zayn le gusta Alison. – le dije.

Menudos amigos tenía. Pudiendo fijarse en cualquier modelo o famosa que ahora teníamos a nuestro alcance, se enamoraban de dos chicas normales que además eran nuestras fans. Aunque prefería que estuvieran con chicas normales que con famosas. Al fin y al cabo, nosotros no éramos más que chicos normales que estaban cumpliendo su sueño.